sábado, 14 de abril de 2012

Las fantasias sexuales


Las necesidades básicas o naturales son respirar, alimentase para saciar el hambre, y beber para calmar la sed. Igualmente, existen necesidades sexuales instintivas que tienen que ver con la supervivencia de la especie. Estas necesidades, en los seres humanos, se hacen mas complicadas y se preparan elaborados platos o se toma, además de agua, otras bebidas. En el caso de la sexualidad, tenemos sentimientos y emociones, más allá de la satisfacción sexual simple. Lo denominamos amor. Además, en el campo sexual, también el hombre y la mujer han inventado distintos recursos eróticos.

Las necesidades se van haciendo exigentes. Queremos comer alimentos sofisticados, cocinados de distintas maneras. Queremos tomar bebidas refrescantes, sabrosas, con distintos sabores, además del agua. En la vida sexual, muchas parejas se aburren de una misma manera y comienzan a buscar también formas sexuales y de amor más sofisticadas. Todo ello, porque en la relación de pareja, a pesar de que exista mucho más amor, el sexo deja de ser tan apetecible si falta motivación o si se carece de innovación.

Algunos piensan que la pasión  ha decaído cuando la verdad es que se han olvidado de utilizar nuestras principales aliadas para reavivarla: La imaginación y las fantasías sexuales.

Imaginación es pensar en imágenes y, cuando de sexo se trata, no hay nada más erótico que utilizarla.

Desde niño estamos elaborando fantasías, inclusive las sexuales. En la adolescencia, las fantasías sirven para imaginar el desempeño sexual y para activar la sexualidad. De adulto, es usada para inducir o aumentar la excitación sexual y la pasión. Las fantasías pueden aumentar el desempeño fisiológico y el psicológico y trae beneficios concretos como focalizar los sentimientos y pensamientos, mejorar la autoimagen, hacernos sentir más sensuales, evitar el aburrimiento y proporcionarnos mayor confianza y seguridad.
  
Estas fantasías no deben generar angustia y la persona debe sentirse a gusto con ellas. Solo basta convertir nuestros pensamientos con nuestra pareja en imagines eróticas y dejarse llevar.

La ventaja es que podemos llegar hasta donde queramos y podemos pararlas en el momento deseado. Luego podemos proponerle a nuestra pareja, nuestra fantasía, y si está de acuerdo, practicarla. Pueden hacerlo variando el ambiente donde hacen el amor, en las posiciones como lo hacen, en la forma como se visten, o usar juguetes eróticos. Cada pareja establecerá sus límites. Así como les gusta comer ricos platillos, pues, pónganle sal y pimienta a su vida sexual, salgan de la rutina y disfrútenlo.

"Pueden hacerlo variando el ambiente donde hacen el amor, en las posiciones como lo hacen, en la forma como se visten, o usar juguetes eróticos".


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