1. Pierde el miedo a la opinión pública.
El temor al “qué
dirán” es una de las barreras de la superación personal que más frecuentemente
he observado. Y es de los obstáculos más difíciles de vencer.
Pero también he
observado algo trascendente en este punto: mientras más primitiva es la persona
en su evolución, más importancia le confiere a lo que digan los demás de él; y
mientras más evolucionada sea la persona, menos importancia o
nula le confiere a la opinión que los otros emitan de él.
La buena noticia:
es cuestión de evolucionar en el arte de ser persona, y herramientas para tan
sublime evolución hay muchas. Sí puede cambiar un ser humano, sí puede
evolucionar. Y una de las francas medidas en donde se nota es cuando
ya no le das la importancia que le dabas antes, a lo que dicen los demás.
2. Decide cuanto antes.
Decidir es renunciar.
Incluso el origen etimológico de la palabra proviene del latín decidere que
significa “cortar”. Si ya descubriste qué no te gusta, y ya perdiste el temor a
la opinión pública, corta ydeja
aquello que lastima tu vida.
Verás que la
decisión de dejarlo es prácticamente automática si perdiste el temor al qué
dirán.
Si ya te diste
cuenta que la persona que está junto a ti no es la adecuada, corta esa
relación.
Si ya te diste
cuenta de que tu trabajo te agobia y no te permite disfrutar de la vida, corta
y cámbialo. Si no te agrada tu cuerpo, corta con la inercia y vuélvelo a
moldear. En esta decisión lo que está en juego es tu alegría de vivir. Nada más.
3. Date un tiempo para estar solo y pensar.
Necesitas estar
tú solo, enteramente solo para preguntarte si lo que haces realmente es lo que
viniste a hacer a esta vida.
Confróntate.
No le des la vuelta.
No sigas leyendo y ya. Haz algo al respecto iniciando en pensar. Piensa
en lo que más te gusta en la vida y cómo lo podrías realizar.
Aquí quiero
comentarte algo muy moderno en el área de la superación personal que quizá te
ayude y te de luz en el camino: si te estas esforzando demasiado en lo que haces, si sientes que tu
esfuerzo es mayúsculo a momentos, entonces, ten la certeza de que eso no
es lo tuyo, no es tu camino.
El camino del
éxito siempre se recorre sin esfuerzo. El
esfuerzo sólo se sucede cuando se camina en contra de nuestra esencia.
4. Disfruta del resultado.
¡Ahora solo queda gozar!
Sin duda alguna te puedo afirmar que tu vida se transforma prácticamente en una
experiencia epicúrea.
Y aquí lo más
hermoso: cuando tú disfrutas tanto de tu vida te transformas en un agente
inspirador para
miles, tu presencia es agradable y buscada por muchos, tu conversación se
convierte en una de las más amenas charlas, tu compañía es deseada por mucha
gente aunque no te des cuenta de ello, tu capacidad de ayuda se incrementa
enormemente.
Y lo más
impactante: todo ello suele suceder sin que te des cuenta y sin el más mínimo
esfuerzo.
¿Te parece un
cuento de hadas? Pues no, créeme que así es, tal cual. Lo único que se necesitó
para llegar a este punto de evolución humana es ser
tú mismo y hacer
lo tuyo. En este nivel no existe el esfuerzo. Aunque los demás, sí lo pueden
percibir así en ti. Ellos no saben que solo te estás dejando fluir.
De las ironías más grandes de la vida es cuando la perfección –prácticamente—
se logra sin el mínimo esfuerzo.
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