• Prisa constante y ocupación continúa.
• Urgencia de tiempo.
• Necesidad de hacer varias tareas simultáneamente.
• Necesidad de control.
• Rigidez de pensamiento.
• No delegan.
• Perfeccionismo.
• Miedo al fracaso.
• Control.
• Alto nivel de exigencia.
• Intolerancia.
• Dificultades en las relaciones personales.
• Relaciones interpersonales consideradas como una pérdida de tiempo.
• “Embriaguez” de trabajo.
• Alternancia de sobreimplicación y reducción drástica del trabajo.
• Dificultad para relajarse y divertirse.
• Ocio = pérdida de tiempo.
• Obsesión por hacer.
• Pérdidas parciales de memoria.
• Pérdida de memoria por atención simultánea a muchas cosas.
• Descuido de lo familiar.
• Impaciencia e irritabilidad.
• Tiempo = recurso muy preciado.
• Impaciencia.
• Irritabilidad fácil si se les hace esperar.
• Irritabilidad fácil si se abordan temas que no son de su interés.
• Déficit de autoestima.
• Baja autoestima que le empuja hacia logros; pero sólo consigue elevar la autoestima transitoriamente.
• Inatención a las necesidades de salud.
• Se hacen “dejados”.
La tecnología provoca adicción al trabajo