INFIDELIDAD

La infidelidad dentro de una pareja supone romper la lealtad que se tiene hacia el otro miembro de la pareja.  Las parejas tienen una serie de “leyes” por así decirlo, las cuales varían de una pareja a otra. Estas “leyes” si se hablan y se comparten, son factores fundamentales para que se fortalezcan los pilares de la relación, pero en muchas ocasiones se dan por supuestas, craso error, ya que quizá las leyes de uno nada tienen que ver con las del otro, por eso lo mejor es sentarse y aclarar posturas e ideas de lo que significa la pareja y de lo que se desea tener y llegar a conseguir. Esto puede sonar muy frío pero es la única manera de no llevarnos las manos a la cabeza cuando no se cumplan por no haber hablado, además por mucho que queramos a nuestra pareja, no puede leer nuestra mente, es mejor facilitar las cosas. En nuestros días la infidelidad ha pasado a centrarse casi exclusivamente al engaño con otra persona, en el plano sexual. Es muy conocido el término “poner los cuernos” o “cornudo”, a mí personalmente me parece un término bastante duro y desagradable, porque todas las infidelidades tienen una explicación y no se ha de ser tan cruel. Reacciones ante una infidelidad no superada

Antes de confesar que ha habido una infidelidad los hombres y las mujeres reaccionan de diferente modo. Las mujeres suelen sospechar antes que los hombres. Ellas son más observadoras que los hombres, se dan cuenta antes de detalles como que no vuelven a la hora que suelen tener por costumbre, cada vez están más distantes, comparten menos, se irritan más…cualquier pequeño detalle suele ser detectado por una mujer, pero en el caso de los hombres es diferente. Los hombres al ser menos observadores por ello les cuesta más percatarse de la situación pero hay un tema en el que se dan cuenta rápidamente, cuando su pareja no quiere mantener relaciones sexuales, siempre y cuando no exista otro problema de fondo, claro está. En lo que sí hay que tener mucho cuidado, tanto hombres como mujeres, es en estar equivocándonos de lleno y acusar abiertamente a nuestra pareja sin poder demostrarlo, solamente con suposiciones que bien pueden estar provocadas exclusivamente por  los celos. Cuando no superamos la infidelidad, aunque nosotros creamos lo contrario, es cuando retomamos nuestra relación como si nada hubiera ocurrido, pero a la mínima de cambio, en cualquier discusión por mínima que sea lo primero que se lanza como un arma mortal es esa frase de “tú me engañaste”. Muchas veces creemos haber perdonado y puede que así sea, pero lo que realmente hay que conseguir es olvidar y esto se puede llegar descubriendo qué era lo que pasaba en la relación para que un miembro de la pareja fuese infiel. Como se verá, por mucho que duela, siempre es cosas de dos, no sólo del que lo realiza.  Como hemos visto en la mayoría de los casos, para que haya una infidelidad suele haber una crisis de pareja que hace de impulsora.