El fracaso comienza cuando cesa el
esfuerzo. Es un poco cruel pero es así. Siempre tratemos de hacer el esfuerzo
siguiente. Nadie vendrá por nosotros espontaneamente con ayuda milagrosa. Solo
nosotros podemos empujar y volver a empujar con ganas y cuando no hay ganas
apretando los dientes si hace falta, y seguir afirmando los nuevos hábitos. La
construcción de un hábito saludable no es fácil. Es paciencia, persistencia,
voluntad y perspectiva de que ese logro significará algo muy importante en
nuestra vida.
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